Una caída, un accidente, la edad o cualquier otra situación, pueden producir que la persona vea mermada su autonomía, debido a una movilidad reducida. En estos momentos los productos de apoyo pueden ayudar mejorando la confianza y el estado general físico-mental, y por tanto aumentar la salud y la calidad de vida, mejorando su autonomía personal. Desde aquí vamos a dar una serie de consejos para facilitar el día a día de las personas con movilidad reducida y de sus cuidadores.
Una buena organización del espacio en la casa facilitará mucho el acceso a la persona con movilidad reducida y también facilitará la tarea del cuidador.
Para empezar debemos evitar tener obstáculos, y la casa lo más organizada posible. Debemos quitar las alfombras o pegarlas al suelo para evitar caídas y tenemos que asegurarnos de que el piso esté seco para evitar resbalar
En el baño
Cuando hablamos de personas con movilidad reducida uno de los aspectos que más afectan a su autoestima es el aseo diario, de ahí la importancia de tener un aseo adaptado a las necesidades de la persona, y de esta manera facilitar en lo posible que el momento del baño sea lo más íntimo posible. Para esto es necesario contar muchas veces con ayudas técnicas o productos de apoyo que lo hagan posible. Si es posible quitaremos la bañera y la sustituiremos por ducha con suelo antideslizante.
En cuanto a los productos de apoyo, encontramos:
- sillas para bañera o ducha, que están pensadas para facilitar las tareas de higiene personal, haciendo del baño un momento seguro, cómodo y agradable. Permiten al usuario sentarse dentro de la ducha o de la bañera y ayudándose de asideras, alfombras antideslizantes y demás productos que podemos encontrar en el mercado, podrán hacerlo de manera independiente en muchos casos. Si no es posible que lo hagan de forma independiente servirán para facilitar la tarea al cuidador.
- Las sillas y taburetes de ducha y baño suelen ser regulables en altura, lo cual hace que sean más cómodos y seguros. Los asientos suelen tener agujeros para que drene el agua y no se encharque, además de tener más ventilación. Pero ojo, el tamaño de los agujeros debe cumplir la normativa que regula los productos sanitarios, para evitar problemas con dichos taburetes o sillas. Además los materiales de fabricación deben ser antioxidables y las patas antideslizantes para evitar caídas. Dependiendo de las necesidades del usuario los podemos encontrar con distintas formas de asientos (cuadrados, rectangulares, triangulares), con o sin respaldo y con o sin reposabrazos
En el caso de que no podamos o no queramos cambiar la bañera también encontraremos ayudas para poner en la bañera
En la tercera imagen vemos un asiento que se sumerge en la bañera con un mando y la persona con dependencia puede darse un baño tranquilo en la intimidad, lo cual es muy importante para aumentar su autoestima.
3- Sillas para ducha y wc. Estas sillas permiten a las personas con movilidad reducida o a los usuarios de sillas de ruedas acceder a la ducha sin ningún problema. Podrán desplazarse desde la cama hasta al baño, por ejemplo, sin problemas y poder ducharse sin ayuda al poder acceder con ellas al momento del aseo, evitando así transferencias innecesarias evitando el riesgo de caídas. Algunas incluso sirven como elevadores, evitando así el tener que realizar una transferencia desde la silla al wc, pudiéndose colocar directamente encima del inodoro, y algunas incorporan cubeta (orinal).
La primera que vemos arriba, en el caso de que el aseo tenga que hacerlo el cuidador, como puede acceder desde atrás a la hora de la higiene íntima, da más “intimidad” a la persona dependiente.
Como vemos en las imágenes anteriores encontramos también modelos con ruedas de 600 mm que permiten que el usuario impulse la silla obteniendo libertad de movimientos y mayor independencia durante la higiene. Las hay con brazos abatibles que facilitan las transferencias.
Si tenemos alfombra pondremos material antideslizante debajo de ella. Bordes y esquinas de las superficies (muebles, lavabo…) redondeados sin partes salientes o cortantes para evitar accidentes.
EN LA HABITACIÓN
Si la persona debe pasar mucho tiempo encamada es aconsejable que la habitación tenga buena iluminación y ventilación. Con la iluminación además de ser mejor la natural, evitaremos que la persona se desoriente a la hora de saber si es por la mañana, por la tarde o por la noche. Será necesario ventilar la habitación por lo menos una vez al día.
Si la persona debe permanecer mucho tiempo en la cama optaremos por una cama articulada y un colchón antiescaras. Este tipo de camas son fundamentales a la hora de hacer la vida más fácil y cómoda tanto para las personas con dificultades de movimiento, como para los familiares y/o cuidadores, además de para mejorar la calidad del sueño. Las camas articuladas están pensadas para poder descansar mejor y con mayor comodidad según la necesidad de cada momento.
Pero, ¿en qué debemos fijarnos a la hora de elegir una cama? Encontramos dos tipos: cama con o sin carro elevador:
Cama sin carro elevador: podemos elegirla siempre y cuando la persona que va a usarla pueda levantarse sola y colabore con el aseo diario.
Cama con carro elevador: con el carro elevador conseguimos regular la altura de la cama, por lo que estas camas están indicadas para personas con dependencia alta o total. La altura de la cama ayuda al cuidador, evitando que la persona a cargo del paciente adopte malas posturas al tener que agacharse a ayudar en la higiene, en los cambios de postura… lo que podrían ocasionarle lesiones al cuidador.
Las camas articuladas pueden ser de varios planos. Podemos encontrar camas desde un plano hasta cinco planos.
Las más comunes son las de tres y cuatro planos que nos permiten elevar las piernas. Elegir una u otra dependerá de la movilidad del usuario y del uso que se le vaya a dar. Encontramos además muchos accesorios para ofrecer más seguridad a las camas y para hacer la vida un poco más fácil a las personas que tienen que permanecer mucho tiempo encamados como asideras,barandillas,respaldos…
También resultará muy cómodo una mesita auxiliar al lado de la cama, en la que poder dejar las cosas y que siempre estén a mano, y un sillón con respaldo elevado y con reposabrazos, para cuando la persona se vaya a levantar.
Otros consejos que nos ayudarán son:
- Tener una libreta a mano, para cuando surjan dudas en el día a día que necesitemos preguntar al médico, apuntarlas y que el día de la visita no se nos olviden.
- Ayudarnos de pastilleros para el recuerdo de la toma de medicamentos.
- Tener los teléfonos de emergencias o del médico a mano. Lo más sencillo es tener teléfonos con botón de alarma donde podemos tener estos números pregrabados.
Y sobre todo no haga tareas que la persona con movilidad reducida puede llevar a cabo por sí misma sin necesidad de ayuda; ayúdela sólo cuando sea necesario, para así potenciar su autoestima y su autonomía. Así, encontraremos ayudas para vestirse, por ejemplo.
EN LA COCINA
También a la hora de comer, beber, preparar comidas, hay ayudas para que la persona sea más independiente. Así encontramos cubiertos y vasos especiales, untadores y tablas diseñadas especialmente para personas con alguna discapacidad…que les hacen la vida más fácil.
Si la persona no tiene capacidad de agarre, podremos usar una manopla ajuesta o sujeción palmar. Sirven para cubiertos, cepillos de dientes y pequeños utensilios.
Si nos encontramos con problemas al coger el alimento del plato, si se tiene una sola mano o problemas con la vista, existen rebordes que se pueden poner en el plato que hace que el alimento no se salga o platos con el fondo inclinado.
Desde la farmacia podemos ayudar a conseguir todas estas ayudas y otras muchas para facilitar el día a día a personas cuya movilidad es reducida o a los cuidadores que les ayudan en sus tareas diarias.
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BY ANA
Farmacia ULM - San Fulgencio - Alicante 