
Se entiende por vaginitis los diferentes grados de inflamación de la vagina, que suelen ir acompañados de flujo vaginal anormal, picor, escozor y dificultades o dolor al orinar (disuria).
Los síntomas más comunes y frecuentes de una vaginitis son los cambios en el flujo vaginal. El flujo o moco vaginal es una secreción normal de la vagina que ayuda a mantenerla en buen estado y defenderla de las infecciones. Puede variar durante el ciclo menstrual y aumentar durante el embarazo. Sin embargo, se considera que el flujo es anormal cuando aparece picor, aumento excesivo de la cantidad, mal olor o cambio de color respecto al flujo habitual.

CAUSAS MÁS FRECUENTES
1- Vaginitis infecciosa:
– Producida por bacterias: VAGINOSIS bacteriana. Es frecuente y es producida por “Gardnerella vaginalis”, junto a otras bacterias anaerobias produciendo una disminución de lactobacillos en la vagina.
– Producida por Hongos: CANDIDIASIS También es muy frecuente por detrás de las vaginosis y la produce “Candida albicans”
2- Vaginitis No infecciosas:
Se caracterizan por flujo escaso y predominio del picor.
2.1- Vaginitis atrófica: aparece con la menopausia debido a una disminución de las hormonas del tejido vaginal que hacen que la zona interior de la vagina sea más fina y sensible
2.2- Vaginitis alérgica: producida por la hipersensibilidad a algunos productos como por ejemplo los preservativos de látex
2.3- Irritaciones producidas por componentes de productos de uso común como; jabones antisépticos vaginales, cremas espermicidas.
3- Vaginitis producidas por el uso de medicamentos.
3.1- Antibióticos como la amoxicilina/ clavulánico
3.2- Corticoides
3.3- Uso de algunos fármacos antidiabéticos.
VAGINOSIS BACTERIANA
La vaginosis bacteriana es un tipo de inflamación vaginal causada por el crecimiento excesivo de bacterias que se encuentran naturalmente en la vagina, lo que altera el equilibrio natural.
Las mujeres en sus años reproductivos son más propensas a contraer vaginosis bacteriana, pero esta puede afectar a mujeres de cualquier edad. No se entiende por completo la causa, pero ciertas actividades, como las relaciones sexuales sin protección o las duchas vaginales frecuentes, aumentan el riesgo.

¿Qué puede causarla?
La causa es la disminución del número de lactobacilos, las bacterias que en condiciones normales son las más abundantes, y el aumento de otras de las bacterias presentes en la zona como Gardnerella vaginalis y Atopobium vaginae, entre otros .
Los lactobacilos generan ácido láctico que mantiene el PH normal de la vagina entre 3,8 y 4,5, impidiendo así el crecimiento excesivo de otras bacterias.
Factores que causan o pueden causar Vaginosis:
- La toma de antibióticos de amplio espectro que disminuyan la concentración de lactobacilos puede ser causa de vaginosis.
- Cualquier factor que modifique el PH vaginal y que lo convierta en alcalino como puede ser: la realización de duchas vaginales, uso de jabones alcalinos para la higiene diaria, uso de productos irritantes.
- Tener una o varias parejas sexuales
- Pese a lo que a veces se piensa, no se puede contraer vaginosis por contacto con el agua de la piscina, por compartir toallas o sábanas, ni por sentarse en el baño.
Síntomas
Algunos de los signos y síntomas de la vaginosis bacteriana son:
- Secreción vaginal delgada, gris, blanca o verde
- Olor vaginal fétido a «pescado»
- Comezón vaginal
- Ardor al orinar
La vaginosis no se asocia a inflamación de la vagina, al contrario de lo que ocurre en la vaginitis.
La vaginosis bacteriana no es una infección propiamente dicha, sino que se trata de una disbiosis, es decir, un desequilibrio de la microbiota normal vaginal. Aparece sobre todo en mujeres sexualmente activas.
Muchas mujeres con vaginosis bacteriana no tienen signos ni síntomas.

Consejos para prevenir la vaginosis:
- Ten cuidado con la higiene íntima, no realices lavados vaginales y usa productos específicos para la zona vaginal.
- Evita el uso de desodorantes vaginales, papel higiénico perfumado y otros productos con perfumes que pueden irritar.
- Durante la menstruacióncambia con frecuencia los tampones o compresas.
- Usa preservativo en todas tus relaciones sexuales.
¿Necesita tratamiento?
Simplemente utilizar jabones ácidos para la higiene diaria y disponer de probióticos para uso oral o vaginal.
CANDIDIASIS
El 75% de las mujeres ha sufrido alguna vez este tipo de infección, sobre todo a nivel vaginal pero también se puede dar a nivel oral o incluso intestinal; y los hombres muchas veces pueden ser portadores sin manifestar ningún síntoma.
Afecta normalmente a la mucosa vaginal interna y externa, así como a la vulva y zona perianal.
Este hongo normalmente se encuentra en la mucosa sin causar ningún tipo de molestias, pero a la que hay un poco de desequilibrio en la flora de las mucosas, un periodo de estrés, una bajada de defensas o una toma de antibióticos puede provocar su crecimiento descontrolado y es cuando aparece la infección.

¿Cuáles son sus causas?
- Cambios en el pH vaginal (que se haga menos ácido)
- Cambios hormonales (embarazo, uso de anticonceptivos hormonales, menopausia)
- Cambios en la flora bacteriana (uso reciente de antibióticos)
- Disminución del sistema inmune (personas con VIH, cáncer, diabetes, obesidad)
¿Qué síntomas de la candidiasis pueden alertarnos?
Los síntomas más frecuentes son:
- · Prurito (picor) y ardor genital
- · Enrojecimiento vulvar
- · Molestias al orinar
- · Dolor o molestias durante el coito
- · Flujo vaginal de aspecto blanquecino grumoso (similar al yogur)

¿Cómo se transmite?
No se considera una enfermedad de transmisión sexual, ya que puede padecerse sin haber tenido relaciones sexuales aunque cuando una mujer tiene infección por cándida puede transmitirla al hombre a través del sexo oral y/o vaginal. En este caso, el hombre infectado, podrá a su vez, transmitir la infección a otra persona por vía sexual oral/vaginal, por lo que también se debe tratar.
TRATAMIENTO DE LA CANDIDIASIS:
La candidiasis normalmente se trata con fármacos antifúngicos. Estos pueden ser medicamentos orales, o en formato de crema tópica u óvulos vaginales, según la indicación del médico o farmacéutico.
Para ayudar a que el tratamiento convencional sea más efectivo y evitar recaídas podemos recurrir a varios tipos de tratamientos alternativos.
Se recomienda que durante el tratamiento tanto oral como crema u óvulos, empezar a tomar un probiótico específico para eliminar la Cándida por vía oral, a bien óvulos que conviertan el PH en ácido.
Usar jabones ácidos para la higiene diaria, así como hidratantes vulvares y/o vaginales que contengan árbol del té, aloe, etc
Pautas para mejorar tu higiene íntima
El objetivo de la limpieza, además de mantener la higiene, es prevenir la proliferación de gérmenes que pudieran llegar a dar lugar a molestias o a una patología (irritaciones, cistitis, vaginosis, etc.), pero sin eliminar la microbiota local (conjunto de microorganismos que viven de manera habitual en la zona y que no resultan perjudiciales si no beneficiosos) que nos ayuda a protegernos de las infecciones.
1- Utiliza limpiadores específicos
Para la higiene diaria de la zona vaginal debes utilizar un producto específico. No uses el mismo gel o jabón que utilizas para el resto del cuerpo.
Los jabones íntimos deben asegurar una correcta higiene sin irritar, resecar, ni alterar el pH normal de esta zona. Utilizándolos, te aseguras mantener la protección natural frente a las infecciones.
2 – Realiza la limpieza de adelante hacia atrás
Es muy importante que realices la higiene siempre de adelante hacia atrás. En el caso contrario, es muy probable que arrastres bacterias u otros microorganismos desde la zona anal hasta la vulvar. De esta forma, aumenta el riesgo de infecciones.
Lo mismo para limpiarte después de ir al baño.
3- Lava solo la zona externa
Solo necesitan ser lavados los genitales externos. Existen mecanismos naturales para mantener el equilibrio interno en la vagina. Olvídate de las duchas vaginales.
Las duchas vaginales no son necesarias y, además, no resultan nada recomendables. Esta práctica produce un desequilibrio en la microbiota del interior de la vagina.
Además, en el caso de que existiese ya una infección, como una cistitis, podría verse agravada al producir con el chorro de agua un arrastre de los microorganismos, tanto patógenos como beneficiosos.
4- No utilizar esponja para lavar la zona íntima
Lo mejor para lavar tu zona íntima es que uses tu mano limpia. En las esponjas se acumulan gérmenes que no resultan sencillos de eliminar. Además, al limpiarte con la mano es mucho más difícil que se produzcan roces o irritaciones.
5- No utilices desodorantes íntimos
No debes obsesionarte con el olor de la zona genital. Aunque realices la higiene correctamente, es natural que presente un cierto olor. Utilizar desodorantes o productos para la zona íntima que contengan perfumes o alcohol irritarán y causarán molestias en la zona.
6- Utiliza ropa interior de algodón
El algodón favorece la transpiración, de manera que se evitan las rozaduras. Lava la ropa interior con detergentes suaves y aclárala adecuadamente para que no queden restos que puedan irritar tu zona íntima.
7- Otros consejos a tener en cuenta
Siempre que te sea posible, es conveniente que realices un lavado de la zona íntima antes y después de las relaciones sexuales. Así disminuirás el riesgo de infecciones.
Ten cuidado con el exceso de depilaciones en la zona íntima. El vello púbico cumple una función, protege la zona íntima, evita el roce de la ropa, detiene el sudor.
En el caso de que notes sequedad en la zona genital, usa un hidratante específico. La sequedad, además de provocar incomodidad y picor, puede alterar la función protectora de la piel. Por tanto, la sequedad puede favorecer la aparición de infecciones u otras molestias.
Cuidados en circunstancias especiales
Menstruación
Durante la menstruación debes tener mayor cuidado con la higiene, sobre todo en lo que relativo al cambio frecuente de tampones o compresas.
Embarazo
El embarazo es un momento de muchos cambios hormonales que, en el caso de la zona vaginal, pueden implicar un cambio en el pH. Esto puede producir cambios en la microbiota, picores, irritaciones, etc.
Es muy importante la correcta higiene íntima en este momento porque las infecciones vaginales durante el embarazo pueden aumentar el riesgo de aborto o parto prematuro.
Menopausia
Con la llegada de la menopausia se produce una disminución del flujo vaginal, un aumento del pH y cambios en la mucosa vaginal, favoreciendo la aparición de infecciones.
Además, en muchas ocasiones, la menopausia puede ir acompañada de la aparición de algunas pérdidas de orina haciendo aún más necesarios el cuidado y la higiene de la zona íntima.
Si pones en práctica nuestras recomendaciones, verás cómo saldrá ganando tu higiene íntima.

¿Y USTED?¿TIENES PROBLEMAS DE VAGINITIS?
EN FARMACIA ULM TE AYUDAREMOS A SOLUCIONAR EL PROBLEMA
