La alopecia define la disminución o pérdida de pelo, localizada o generalizada, temporal o definitiva de cualquier tipo u origen. El desprendimiento de pelo se denomina efluvio o defluvio, el estado resultante se llama alopecia (del griego Alópekia, «alopecia»).
En este sentido es importante conocer que el pelo presenta 3 etapas en su desarrollo:
1- De crecimiento o anágeno, dura entre 2 y 6 años;
2- De reposo o catágeno, ocupa alrededor de 3 semanas
3- De caída o telógeno, que transcurre a lo largo de 3 a 4 meses y determina la pérdida de 80 a 100 cabellos al día.

Por tanto el ciclo normal del crecimiento del cabello dura de 2 a 3 años. Cada pelo crece aproximadamente 1 centímetro por mes durante esta fase. Alrededor del 90% del cabello en el cuero cabelludo está creciendo a la vez. Alrededor del 10% del cabello en el cuero cabelludo, en cualquier momento, se encuentra en una fase de reposo. Después de 3 a 4 meses, el cabello en reposo se cae y nuevo cabello comienza a crecer en su lugar.
Es normal perder un poco de cabello cada día como parte de este ciclo. Sin embargo, algunas personas pueden experimentar pérdida de cabello excesiva (más de lo normal). Este tipo de pérdida de cabello puede afectar a hombres, mujeres y niños.
La alopecia se clasifica en:
- No cicatricial (reversibles): no hay ningún signo de inflamación en los tejidos, cicatrización o atrofia de la piel.
- Cicatricial (irreversible): los signos de destrucción del tejido, como inflamación, atrofia y cicatrización, pueden resultar evidentes.
La mayor parte de las alopecias encontradas pertenecen al grupo de las no cicatriciales.
La pérdida circunscrita de pelo en zonas redondeadas u ovaladas (el pelo se cae como a mechones) sin inflamación evidente de la piel se le denomina alopecia areata. No cicatricial, folículo piloso intacto y por tanto el pelo puede volver a crecer.
Alopecia androgenética o androgénica
La alopecia androgenética es la más frecuente de las alopecias no cicatriciales y se presenta por el efecto combinado de predisposición genética y acción de los andrógenos sobre los folículos pilosos del cuero cabelludo.
En los varones puede aparecer en cualquier momento de la pubertad y a menudo se expresa plenamente entre los 40 y 50 años. En las mujeres más tarde, casi el 40% ocurre entre los 60-70 años de la vida, se conoce como alopecia de patrón femenino.
¿Cómo se clasifica?
Hamilton clasificó la alopecia masculina en etapas desde el tipo I hasta el tipo V en función de su gravedad:
– tipo I es la pérdida de pelo que abarca el borde frontal,
– tipo II es la pérdida creciente del cabello frontal así como inicio de la pérdida occipital (vértice o corona)
– tipos III, IV y V la reducción creciente de cabello en las dos regiones con calvicie confluente y completa final de la parte superior de la piel cabelluda, sin afectar a las zonas laterales.

Ludwing clasificó en las mujeres la alopecia femenina en grados según severidad desde el grado I al III :
- grado I se empieza a perder o afinar el pelo en la zona anterior central, alopecia inicial y suave.
- grado II aumenta la debilidad del cabello dando lugar a cabellos más finos y el área afectada aumenta hasta llegar a la zona superior de la cabeza. Se trata de una alopecia moderada.
- grado III alopecia extensa y severa que afecta a toda la zona superior e incluso coronilla con carencia muy evidente donde el pelo es muy afinado y ralo.

¿Cómo se manifiesta?
FEMENINA
La alopecia de patrón femenino llamada alopecia androgenética femenina, es del tipo no cicatricial y se caracteriza por adelgazamiento del pelo en la parte frontal y frontoparietal del cuero cabelludo. Por lo general la línea de implantación del pelo está conservada.
Es el tipo de alopecia más frecuente en mujeres y en el 30% de los casos, los pacientes tienen testosterona total elevada, fundamentalmente durante la menopausia ya que los andrógenos están aumentados durante esta etapa.
La alopecia de patrón femenino se asocia a síndrome metabólico (obesidad, resistencia a la insulina, presión arterial alterada, dislipemia, inactividad física, factores genéticos) en 49% de las pacientes y con disfunción tiroidea en el 30%

MASCULINA
La alopecia androgenética masculina es del tipo no cicatricial y se distingue por adelgazamiento y pérdida de pelo en las regiones temporales y del vértice.
En la población general afecta a más de un 45% de los varones. También se relaciona con enfermedades crónicas como resistencia a la insulina y síndrome metabólico.
La alopecia androgenética puede ser un marcador de hiperplasia benigna de próstata. Es paradójico pero los varones con una alopecia androgenética extensa pueden tener crecimiento excesivo del pelo sexual secundario, es decir, en axilas, zona del pubis, tórax y barba

¿Cómo se trata?
El tratamiento de la alopecia androgenética incluye tratamientos tópicos, sistémicos y quirúrgicos.
TÓPICOS:
El minoxidilo es el tratamiento de elección tópico al 2% o al 5% en solución o en espuma, puede ser útil para disminuir la rapidez de la pérdida de cabello o restablecer de modo parcial el pelo que se pierde tanto en varones como en mujeres, al aumentar el grosor del pelo, detener la caída y prolongar la fase anágena.
Debe aplicarse 1 ml 2 veces al día. Los efectos adversos incluyen: dermatitis de contacto e hipertricosis en la cara.
SISTÉMICOS:
La finasterida oral a dosis de 1 mg cada 24 horas en varones es el único medicamento sintético aprobado por la FDA y el más estudiado; detiene la caída y aumenta el crecimiento. En mujeres la dosis es de 2,5-5 mg/día,
Los efectos secundarios más importantes son:
En hombres: disminución de la libido 5%, disfunción eréctil 3% y en algún caso catarata y síndrome del iris blanco. Este fármaco no tiene afinidad por los receptores de andrógeno y, por tanto, no antagoniza otras acciones de la testosterona (crecimiento del pene y el escroto y aumento de la espermatogénesis y la libido).
En mujeres: cefalea 1%, alteraciones menstruales 4%, y catarata 1%
Existen otros fármacos llamados antiandrógenos que suelen ser efectivos en mujeres y no se deben administrar a hombres.
El tratamiento quirúrgico es útil y efectivo en pacientes a partir del grado III-IV (correspondiente a la reducción creciente de cabello en las dos regiones con calvicie confluente y completa final de la parte superior de la piel del cuero cabelludo, sin afectar a zonas laterales)
Otros medicamentos usados:
- La biotina (vitamina B8): inhibe la apoptosis (muerte celular programada) y aumenta el grosor del pelo.
- Piridoxina (vitamina B6): inhibe la apoptosis y mejora la absorción de lociones anticaída.
- El ácido ascórbico (vitamina C) inhibe la apoptosis y aumenta el grosor del pelo.
- L-cistina (aminoácido no esencial), precursor de glutatión, aumenta la velocidad de crecimiento del pelo y su grosor.
- L-metionina (aminoácido no esencial antiapoptósico), inicia la replicación del ARN y aumenta el grosor del pelo.
- El zinc, regula el metabolismo de ácidos nucleicos y disminuye la conversión de testosterona a DHT. También aumenta la síntesis de queratina y el grosor del pelo.
- La melatonina, hormona producida por la glándula pineal, inhibe la apoptosis, regula el crecimiento del pelo y la pigmentación.
- Soja (fitoestrógeno), inhibe la apoptosis, alarga la fase anágena y al inhibir la 5-a-reductasa, detiene la caída de pelo y disminuye la seborrea. Mejora la circulación por su efecto vasodilatador en el cuero cabelludo.
- Taurina inhibe la apoptosis y disminuye la fibrosis
ALOPECIA AREATA

Es considerada una enfermedad autoinmune crónica, mediada por linfocitos T que afectan a los folículos pilosos y uñas.
El daño del folículo ocurre en la fase anágena o de crecimiento y se acompaña de transformación rápida a los estados de catágeno y telógeno;
Mientras la enfermedad esté activa los folículos no pueden progresar más allá de la fase anágena temprana y no generan pelo normal.
Entre el 10-20% de las personas con alopecia areata tienen un antecedente familiar con este problema
La edad de inicio suele ser adultos jóvenes menores de 25 años. En los niños es también una afección frecuente, aunque puede presentarse en cualquier edad.
Tanto la genética (el 20% de los pacientes presentan historia familiar) como los factores ambientales estresantes, que pueden actuar como factores precipitantes, tienen un papel en el desarrollo de esta alopecia.
Las zonas preferentemente afectadas son el cuero cabelludo y después cualquier zona con pelo, barba, cejas, pestañas y pelo púbico.
- Alopecia areta: zonas solitarias o múltiples con pérdida de pelo.
- Alopecia areata total: pérdida completa del pelo terminal de la piel del cuero cabelludo.
- Alopecia areata generalizada: se pierde todo el pelo terminal del cuerpo y de la piel del cuero cabelludo.
- Ofiasis: alopecia con patrón en forma de banda, sobre la periferia de la piel del cuero cabelludo.
La alopecia areata en ocasiones se asocia a enfermedades sistémicas; tiroiditis autoinmunitaria, síndrome de Down, síndrome autoinmune, etc.

Evolución
La remisión espontánea es frecuente en la alopecia areata en parches, pero menos en la alopecia areata total y alopecia areata universal.
El pronóstico desfavorable se asocia al inicio en la infancia, la pérdida de pelo corporal, la afectación de las uñas, la atopia y antecedente familiar de alopecia areata.
Si surge después de la pubertad, el 80% crece de nuevo el pelo. Cuando existe afectación extensa pero menor del 10% se restablece de forma espontánea. En la alopecia areata son frecuentes las recurrencias.
¿Cómo se trata?
El tratamiento está dirigido al infiltrado inflamatorio por lo que los tratamientos utilizados hasta ahora han sido inmunosupresores, inmunomoduladores o modificadores de la respuesta inmunitaria. Los tratamientos estimulan el crecimiento del cabello, pero no previenen su caída y no son capaces de modificar el curso de la enfermedad.
La elección del tratamiento depende de la edad, extensión de la enfermedad, de la motivación del paciente y de su capacidad para afrontar la enfermedad:
¿Qué cuidado debemos tener con el pelo?
El cabello se debe lavar tantas veces como sea necesario para cada persona, no por lavarlo en menor frecuencia, caerá menos.
Hace falta hacer un uso razonable de champús, con un pH neutro y que no sean agresivos.
Evitar el uso frecuente del secador, tintes de pelos o permanentes, puesto que debilitan el pelo y favorecen la rotura de este.
Evitar hacer peinados habituales con recogidos extremadamente tensos, dado que se han visto casos de alopecia por tracción, dónde se observa una regresión de la línea de implantación del pelo.
El uso de preparados cosméticos (no son medicamentos) lo que hacen es mejorar el aspecto externo del pelo, como por ejemplo, aumentar el grueso del pelo para que parezca que hay más cantidad, pero realmente, ni aumentan la cantidad, ni evitan la caída del pelo.
