
Se acabó el año 2020 y arrancaremos 2021 con una lista de intenciones para este nuevo año. Uno de los propósitos históricos para el Año Nuevo es dejar de fumar, pero no por capricho, sino porque este cambio de año supone un impacto psicológico importante cargado de optimismo.
El cambio de año supone una novedad artificial que las personas aprovechamos para renovarnos a nosotros mismos. Beneficiarnos de ese sentimiento para abandonar uno de los hábitos más nocivos para nuestra salud es, además de lícito, recomendable.
Fumar, al igual que otras conductas, es un hábito aprendido por lo que hay que DESAPRENDER a fumar para abandonarlo. Cada vez que se consume un cigarrillo se refuerza el poder adictivo de la nicotina y con ello la repetición del acto de fumar.
¿POR QUÉ FUMAMOS?
El consumo de tabaco es una conducta compleja que se explica sobre la base de dos grandes factores: por un lado, la adicción física y por otro, la continuidad de la acción de fumar que lo convierte en un hábito (hábito comportamental).
Adicción Física
La adicción física es debida a la nicotina que contiene el tabaco. Al fumar, se produce un aumento inmediato de la tasa de nicotina en sangre provocando una serie de efectos sobre el organismo. Transcurrido un tiempo, que oscila entre media hora y una hora, los niveles de nicotina en sangre van descendiendo y empiezan a notarse sensaciones de malestar que sólo desaparecerán cuando vuelvas a fumar. Es, en este momento, cuando aparece la urgencia por fumar y la necesidad de «restablecer» los niveles de nicotina.
Es posible que los fumadores que presentan una alta adicción a la nicotina, se encuentren con mayores dificultades para abandonar el hábito. En este caso, existen tratamientos farmacológicos que, pueden ayudarte a dejar de fumar, como los tratamientos sustitutivos de nicotina (parches, chicles, spray nasal, etc.) o el antidepresivo Bupropion (siempre bajo prescripción y seguimiento médico) y/ o vareniclina.
Si quieres iniciar un tratamiento farmacológico, debes consultar antes a tu médico. Él te recomendará el tratamiento más adecuado para tí.
Muchos fumadores consideran que la adicción física es el único factor que explica el consumo de cigarrillos. Pero esto no es del todo cierto. Si la adicción fuese el único factor, cualquier fumador que permaneciese una semana entera sin fumar no tendría que volver a desear un cigarrillo, ya que la tasa de nicotina en sangre habría descendido a cero y no habría ninguna razón física que explicara las ganas de volver a fumar.
Hábito de comportamiento
Fumar un cigarrillo se convierte en un hábito debido fundamentalmente a la práctica
Después de una práctica tan importante, la conducta de fumar acaba por automatizarse, lo que significa que ya no es necesaria tu decisión. Así, en numerosas ocasiones, te encontrarás fumando sin saber por qué, o encendiendo un cigarrillo cuando todavía tienes otro en el cenicero.

ASOCIACIÓN
Otro aspecto importante es la cantidad de cosas que haces fumando a lo largo del día. La asociación del cigarrillo a numerosas actividades conlleva que, el mero hecho de realizarlas, te provoque el deseo de fumar. Piensa a cuantas cosas de tu vida cotidiana se ha asociado el hecho de fumar: tomar café, salir de copas, conducir, estar con amigos, la sobremesa, etc. Cualquier actividad de éstas que realices sin acompañarla de un cigarrillo, te puede parecer extraña, incompleta e insatisfactoria.
REFUERZO
Además de todo lo dicho anteriormente, la conducta de fumar se mantiene porque cada vez que fumas obtienes consecuencias positivas, tales como: sensación de placer, de relajación, alivio de los síntomas de abstinencia, etc. Debido a estos tres elementos y a un largo período de tiempo, una conducta aprendida en un momento determinado, se convierte en un hábito de comportamiento estable y duradero.
“Dejar de fumar es un proceso en el que tendrás que aprender a realizar tus actividades cotidianas sin tabaco. Tendrás que aprender a «desaprender». Y esto no siempre es fácil.”
Con el objetivo de empezar a cambiar esa costumbre, es importante tener una excusa para hacerlo, que puede ser el cambio de año; y muchos motivos en los que apoyarnos para conseguirlo. Es fundamental elaborar una lista con las motivaciones por las que fumamos y sus compensaciones inmediatas, así como aquéllas por las que hemos decidido dejarlo.
¿Cómo dejar de fumar?
Disponemos de 5 pautas para conseguirlo:
- Tomar la decisión. El primer punto y uno de los más importantes es concienciarse de que se quiere dejar de fumar y que nos lo vamos a tomar en serio. Si la persona implicada no está convencida, todos los esfuerzos no llegarán a buen puerto. A partir de ahí es importante fijar una fecha en la que empezar el reto ya que requiere hacer cambios en las rutinas. Por eso el AÑO NUEVO puede ayudar.
- Busca ayuda. Abandonar el tabaco no es fácil. Son pocas las personas que lo consiguen solas y a la primera, por lo que es recomendable apoyarse en alguien como los profesionales sanitarios son los más indicados para multiplicar por cuatro sus posibilidades de lograrlo. De hecho, el abordaje clínico del consumo de tabaco puede ser determinante a la hora de abandonar ese hábito. Hoy en ciertas farmacias se ofrece un Servicio de Deshabituación Tabáquica tanto farmacológica como psicológica. En Farmacia ULM podemos ayudarte
3. Metas cortas. Proponerse no hacer algo ‘nunca más’ puede ser un poco drástico, por eso los profesionales recomiendan hacerlo poco a poco. Ponerse metas pequeñas y realistas ayuda a cumplirlas y eso ayuda al usuario a motivarse en su reto contra el tabaco. También recomiendan darse pequeños premios según se van cumpliendo las metas. Por ejemplo, si se consigue una semana sin fumar, el paciente puede darse una recompensa, a ser posible que no esté relacionada con la comida.
4. Distraer la mente. El hecho de tener que abandonar algo puede hacer, sobre todo al principio, que tengamos ese hábito continuamente en la cabeza. Por ello es importante iniciar un entretenimiento, apuntarse al gimnasio, o poner en marcha una afición… En definitiva, mantener nuestra mente ocupada para evitar pasarnos todo el tiempo pensando en el tabaco.
5. Identifica tus hábitos. Normalmente, el consumo de cigarrillos suele estar asociado a ciertos hábitos sociales: después de comer, cuando tomamos el aperitivo o acompañando una charla entre amigos, entre otros. Si se consigue identificar en qué situaciones nos hemos acostumbrado a fumar, más fácil será poder sustituir esa necesidad psicológica por el tabaco.

Si eres fumador y estás convencido de abandonar el hábito, aprovecha estos consejos y que estamos en UN CAMBIO DE AÑO (EL DEL COVID-19) porque tendrás muchas más probabilidades de lograrlo. No olvides que LOS BENEFICIOS de dejarlo son muchos:
– Respirarás mejor.
– Disminuirá la tos o desaparecerá por completo.
– Recuperarás el sentido del gusto y del olfato.
– Mejorará el aspecto de tu piel y se retrasará la aparición de arrugas
– Desaparecerá el color amarillento de manos y uñas.
– Te cansarás menos al subir las escaleras o al andar. Tu rendimiento físico en el deporte mejorará.
– Tendrás un sentimiento de liberación al romper tu dependencia al tabaco.
– Te convertirás en un ejemplo positivo en tu círculo social y familiar.
– Contribuirás a crear espacios sin humo y respetarás el derecho de los no fumadores.
– Ahorrarás dinero.


Tampoco hay que olvidar que es esencial contar con soporte de amigos, familiares y/o profesionales sanitarios que nos ayuden a cumplir nuestra meta.
Aprovechar el inicio del 2021 para abandonar el tabaco es una decisión estupenda pero hay que dedicar esfuerzo a conseguirlo. No hay que olvidar que recaer no significa fracasar, pero hay que tener en cuenta que encender un cigarrillo pensando que solo será uno, supone entre un 80-90% de probabilidades de iniciar una recaída.
Por tanto, si dejar de fumar es uno de tus propósitos de Año Nuevo, te felicitamos y te animamos a seguir adelante
¿ESTAS DECIDIDO?
¿QUIERES DEJARLO?… ADELANTE…
TE AYUDAREMOS A DEJAR DE FUMAR EN FARMACIA ULM

