ENFERMEDADES PRODUCIDAS POR EL SOL

Patologías de los ojos

La exposición prolongada y sin las debidas medidas de protección a los rayos solares puede provocar daños oculares por la radiación UV.

En los párpados: el sol puede provocar lesiones cutáneas que pueden favorecer el desarrollo de un cáncer en la piel de los párpados. La más importante:

Blefaritis: inflamación producida en los párpados que suele cursar con síntomas inespecíficos y variados entre los que suelen destacar:

Ojo rojo y sensación de ardorSensación de cuerpo extraño, picazón y engrosamiento de los márgenes palpebrales

Lagrimeo excesivo

Orzuelo recurrente

Fotofobia

Queratosis actínica: se conoce como queratosis solar, caracterizada por producir lesiones ásperas y duras en la piel con un nódulo o placa hiperqueratósica. Se trata de una patología de muy lenta evolución que afecta a los individuos ancianos y de piel clara con excesiva exposición solar, y predispone al carcinoma de células escamosas. Los factores que predisponen a la queratosis actínica se pueden clasificar en:

Ambientales:

> Exposición crónica a radiación UVB (fuente solar)

> Intensidad de la radiación solar (altitud y latitud)

> Carcinógenos ambientales

Constitucionales:

> Fenotipo más claro

> Edad

> Estado inmunitario

> Enfermedades genéticas

Tumores ulcerativos: de células basales, de células escamosas, de la glandula de Zeis

En la conjuntiva: los rayos UVA y UVB pueden causar pterigion, una membrana vascularizada que invade la córnea y progresa hacia la pupila, o pinguécula, lesión de color amarillento cerca del limbo corneal. Entre las más frecuentes:

Fotoconjuntivitis: como su nombre indica se trata de una conjuntivitis producida por el sol. Los signos y síntomas son irritación generalizada del ojo, picor y lagrimeo. Se puede producir hasta ocho horas después de una exposición prolongada al sol. Normalmente suele ir acompañada de una fotoqueratitis por lo que también puede aparecer dolor, sensación de cuerpo extraño y fotofobia.

Para su diagnóstico, al adicionar fluoresceína, se observan erosiones punteadas en el epitelio corneal y/o edema. Suelen usarse colirios con corticoides y/o antibióticos y lágrimas artificiales para tratarla.

Pterigium: se trata de una malformación de la conjuntiva, en la cual se produce un tejido conjuntival blanco que nace en la parte del ojo más próxima a la nariz y que puede llegar a invadir hasta la córnea.

Pinguécula: se trata de una degeneración del tejido conjuntival con aparición de una mancha redonda y de color amarillento de un diámetro aproximado de 2 milímetros y que no invade la córnea. Requiere de tratamiento quirúrgico con extirpación de la misma.

En la córnea: los rayos UVB pueden provocar queratitis (típica de esquiadores). Esta lesión corneal provoca fotofobia y una sensación de arenilla dentro de los ojos.

Fotoqueratitis: se trata de una queratitis producida por la radiación UV. En la córnea se producen pequeñas abrasiones que suelen ir acompañadas de enrojecimiento de la conjuntiva y de los párpados ocasionando entre los síntomas más comunes dolor, fotosensibilidad y sensación de arenilla.

Suelen usarse colirios a base de antibióticos y corticoides para tratarlas.

En el cristalino: la opacificación del cristalino es la acción más habitual de los rayos UVB, lo que da lugar a las cataratas.

           Cataratas: se trata de una opacificación del cristalino debido a la capacidad que tiene para absober radiación ultravioleta de 300 a 400 nm de longitud de onda. El cristalino, al igual que la piel, tiene efecto memoria por lo que la radiación acumulada a lo largo de los años tiende a producir la catarata.

               Requieren de tratamiento quirúrgico.

En la retina: la radiación del sol puede llegar a “quemar” la zona foveolar de la retina, por ejemplo, si vemos un eclipse solar sin la protección adecuada. Además, puede haber una relación entre la radiación solar y la degeneración macular asociada a la edad (DMAE).

Las lesiones de la luz solar sobre la retina se pueden clasificar en dos tipos:

Fotoquímicas: son producidas por la luz ultravioleta y la luz azul (entre 400 y 500 nm).

Degeneración macular asociada a la edad (DMAE)

Se trata de una de las enfermedades más graves y afecta en torno al 8% de las personas de edad avanzada. Se produce porque los fotones de la luz son atrapados por determinados pigmentos de la retina y producen radicales libres los cuales atacan a los tejidos. El más afectado es la mácula, que alberga a la fóvea, el punto de mayor eficacia visual del ojo y responsable de la visión central. Al dañarse se produce un deterioro de la visión muy significativo.

Las causas que producen la DMAE son muy variadas pero la exposición prolongada a la luz solar y la edad son factores muy influyentes.

Los tratamientos varían según el tipo de DMAE y entre ellos destacan los farmacológicos, láser y terapias fotodinámicas.

Melanomas uveales

Se trata de un tumor maligno ocular producido por factores genéticos y ambientales, pero las exposiciones agudas e intensas a la radiación ultravioleta son un factor de riesgo para su aparición.

Fototérmicas: se producen por exposiciones prolongadas a radiación ultravioleta y luz visible.

Retinopatía solar: se produce por exposición con una fuerte intesidad a la luz visible tras observaciones solares (eclipse) o del cielo. Ocasiona un quemadura en la retina que suele ir acompañada de edema. Dependiendo del grado en el que se produce la lesión puede comprometerse más o menos la visión.

Se utilizan colirios antiinflamatorios y corticoides para tratarla.

RECOMENDACIONES DESDE LA FARMACIA

Pacientes con afecciones oculares

La mayoría de los pacientes mayores pueden presentar algún problema ocular por lo que será importante recomendar el uso de gafas de sol, no solo para tener una protección UV sino también, para aliviar los síntomas causados por estas patologías.

PARA PACIENTES OPERADOS

Seguir las pautas de administración de los medicamentos prescritos tras la operación

Proteger los ojos del sol después de la operación con gafas de sol (tanto de la luz como de partículas del ambiente)

Mantener los ojos hidratados

Limpiar los ojos con productos oculares específicos

No realizar movimientos bruscos de cabeza

Realizar revisiones periódicas

PARA PACIENTES CON GLAUCOMA

Seguir las pautas de administración de los medicamentos prescritos por el oftalmólogo

No suspender el tratamiento, aunque note escozor o picor, algunos colirios pueden causar estos síntomas

Mantener los ojos hidratados

Limpiar los ojos con productos oculares específicos

No frotarse los ojos

No realizar movimientos bruscos de cabeza

Realizar revisiones periódicas de la tensión ocular

Evitar el contacto de los ojos con el envase del colirio para evitar posibles contaminaciones

Consultar al farmacéutico sobre el uso de los medicamentos ya que algunos podrían aumentar la tensión ocular

PACIENTES CON ALERGIA ESTACIONAL

Utilizar colirios específicos para el picor

Mantener los ojos hidratados

Limpiar los ojos con productos oculares específicos

Utilizar gafas de sol ya que van a proteger de la luz y de partículas que puedan existir en el ambiente.

PACIENTES CON LESIONES EN LA CONJUNTIVA

Mantener una buena hidratación de la conjuntiva mejorará los síntomas de sequedad ocular y tirantez producida por estas patologías

Utilizar colirios con ácido hialurónico para hidratar y ayudar a regenerar la córnea

Utilizar gafas de sol para aliviar los síntomas de fotofobia

Pacientes en situaciones especiales desde el punto de vista dermatológico

Desde la Farmacia Comunitaria se debe insistir en la necesidad de llevar a cabo las medidas de fotoprotección oportunas en:

Aquellos individuos con fototipos I y II, con múltiples nevus y/o nevus atípicos, hipersensibilidad al sol o antecedentes de cáncer de piel.

Pacientes en tratamiento con medicamentos fotosensibilizantes.

Enfermos oncológicos y/o inmunodeprimidos.

¿Qué recomendamos?

Evitar exposición solar entre las 12 y las 16 h.

Limitar las horas de foto  exposición.

Hacer uso de FTP (fotoprotector) física: sombrero, gafas, sombrilla…

Aplicar fotoprotectores tópicos, aunque el día esté nublado ya que la radiación UV atraviesa las nubes.

Usar fotoprotector durante todo el año antes de salir de casa.

Repartir la cantidad adecuada de producto sin olvidar zonas.

Renovar la aplicación cada 2h.

Protegerse del sol, aunque la piel esté bronceada.

No utilizar el FTP una vez superado el PAO pues reduce eficacia y seguridad.

Condiciones que deben tener unas gafas de sol

1. Las gafas de sol deben cumplir los siguientes requisitos, como mínimo:

Propiedades de transmitancia: la cantidad de luz que dejan pasar los filtros UV a través de ellos.

Proteger del UV: filtrar o eliminar la radiación UV nociva.

Presentar fidelidad del color (no alterar el reconocimiento de los colores:    rojo, verde, amarillo y azul). De lo contrario provocarían cansancio, fatiga ocular e incluso podrían resultar peligrosas.

Las lentes deben reducir la intensidad del espectro o luz visible, la luminosidad. Debe figurar la categoría del filtro solar de las lentes del 1 al 4, es decir la cantidad de absorción lumínica visible.

2. Deben ser adecuadas para la conducción (o indicar lo contrario).

3. Todas las gafas vendidas en la Unión Europea deben llevar el marcado “CE” de forma indeleble, la identificación del fabricante o distribuidor en la Unión Europea y la referencia del modelo de la gafa.

4. En el etiquetado los datos que obligatoriamente deben llevar siempre, en el folleto o en una pegatina en la propia gafa son:

Marcado CE, símbolo de calidad.

Identificación del fabricante o suministrador. Debe constar el nombre y dirección del fabricante o distribuidor de UE.

Identificación del modelo.

Nivel de protección ultravioleta (contra los rayos UVA y UVB).

Tipo de filtro solar.

Advertencia de riesgos y restricciones de uso.

Normas de limpieza y mantenimiento.

Categorías de lentes solares

Dependiendo de la transmitancia luminosa de los filtros solares, es decir, de la cantidad de luz que dejan pasar a través de ellos, se establecen 5 categorías desde 0 hasta 4, según la norma ISO 12312-1:13.

Categoría 0. Lentes muy claras o ligeramente coloreadas, capaces de absorber de 0% a 19% de luz. Suelen ser utilizadas sobre todo en interiores, de noche y en exteriores cuando existan cielos cubiertos. Son aptas para la conducción en cualquier circunstancia.

Categoría 1. Este tipo de filtro es capaz de absorber entre un 20% y un 56% de luz gracias a sus lentes ligeramente coloreadas. Se utilizan sobre todo en condiciones de luminosidad leve (zonas urbanas). No son aptas para la conducción nocturna.

Categoría 2. Lentes medianamente coloreadas, capaces de absorber entre el 57% al 81% de luz. Suelen ser utilizadas en condiciones de luz solar media. No son aptas para la conducción nocturna.

Categoría 3. Lentes fuertemente coloreadas, su uso es óptimo cuando existan condiciones de luminosidad bastante altas (primavera, verano, playa, montaña y zonas al aire libre), ya que son capaces de bloquear entre un 82% y un 92% de luz. No son aptas para la conducción nocturna.

Categoría 4. Lentes muy oscuras, indicadas para ser utilizadas en zonas de alta montaña, esquí o actividades y deportes acuáticos, donde la incidencia del sol es extrema y en la que también entra en juego la reflexión lumínica sobre las superficies (nieve o agua). Debido a que son capaces de absorber hasta el 98% de la luz, no son válidas para ser utilizadas para la conducción ni siquiera de día.

Tipos de filtros solares oculares

Además de la categoría de la lente, existen distintos tipos de filtros solares. Estos se elegirán en función de las condiciones visuales del usuario, su edad y el uso al que va destinado la gafa de sol, siendo esta labor importante del Óptico-Optometrista.

Es muy importante que independientemente de su color, no alteren ni modifiquen los colores naturales de los objetos y del entorno que estamos mirando.

Los colores de filtros de protección solar más utilizados son el marrón, el verde y el gris. Todos ellos deben aumentar el contraste y permitir la percepción de los colores con muy pocas alteraciones:

Marrón: atenúan la radiación azul produciendo una mayor sensibilidad al contraste. Adecuados para deportes al aire libre, conducción y recomendados para personas miopes y astígmatas.

Verde: la distorsión de los colores que produce es media. Sirven para cualquier ambiente y recomendados para hipermetropías.

Gris: muestran neutralidad en la percepción del color ya que los factores de reconocimiento del color son más uniformes. Adecuados para trabajos de exterior. Mantienen el color natural.

Naranja o amarillo: adecuados para utilizarlos en condiciones de baja luminosidad, como con niebla, nublados intensos o en la conducción de noche, ya que favorece un aumento de los niveles del contraste, por lo que no son válidos para utilizarlos en días soleados.

Rosa y azul: pueden modificar la percepción de los colores, algo peligroso cuando conducimos.

Condiciones que deben tener Fotoprotector solar de uso tópico

Los fotoprotectores deben seguir la Recomendación de la Comisión Europea relativa a la eficacia de los productos de protección solar y las declaraciones sobre los mismos (2006/647/CE).

Un FTP debe ser seguro, proteger frente a los daños a corto (eritema) y largo plazo (prevención de cáncer cutáneo fotodermatosis y fotoenvejecimiento), y cubrir un amplio espectro frente a radiaciones UVB, UVA, IR-A y luz visible.

La atenuación de la radiación se obtiene mediante sustancias que cumplen los siguientes requisitos biofísicos:

Absorción y filtración de la radiación UV en la superficie del estrato córneo a fin de prevenir su penetración hacia la epidermis y la dermis.

Dispersión de las radiaciones.

Reflexión de las mismas.

Inactivación y/o destrucción de los radicales libres y las especies reactivas de oxígeno

(ROS) que se producen en la piel foto expuesta.

Reparación del daño celular cutáneo inducido por la radiación solar.

Filtros

Filtros orgánicos (antiguamente llamados químicos) actúan principalmente por absorción de la radiación solar: (derivados del p-Aminobenzoic Acid (PABA), derivados del Camphor, etc.)Suelen ser filtros organominerales, son filtros orgánicos que debido al tamaño y disposición de sus partículas además de absorber también dispersan la radiación solar

Filtros inorgánicos o minerales (antiguamente llamados físicos), actúan principalmente por dispersión, reflexión o refracción de la radiación solar. (dióxido de titanio, óxido de zinc, butyl methoxydibenzoylmethane, octocrylene, ethylhexyl triazone, …).

Filtros biológicos, estos filtros no filtran la radiación solar, son complementos muy importantes al resto de filtros ya que neutralizan los efectos nocivos de las radiaciones solares contrarrestando el daño oxidativo provocado por la radiación UVA.

Antioxidantes:

> Carotenoides: luteína, astaxantina, etc.

> Polifenoles: extracto de Polypodium leucotomos, flavonoides, resveratrol, ácidos hidroxicinámicos, extracto de té verde, extracto de granada, etc.

> Otros compuestos: raíz de Polygonum multiflorum thumb, extracto de brócoli, etc.

Reparadores de ADN: fotoliasa, endonucleasa liposomada T4, OGGI, oligonucleótidos de timidina, etc.

Inhibidores de la COX-2.

Quelantes del hierro.

Osmolitos.

Otros agentes: dihidroxiacetona, pitiriacitrin, etc.

Condiciones que deben tener Fotoprotectores orales

Los fotoprotectores orales persiguen, en primer término, proteger la piel frente al eritema inducido por la radicación UVB, actuando sinérgicamente con los fotoprotectores tópicos.

Adicionalmente, mediante un efecto puramente fisiológico, protegen al organismo de la acción de los radicales libres generados por la incidencia de los rayos UVA sobre la piel y previenen de este modo el fotoenvejecimiento cutáneo.

Comparar el grado de protección entre los fotoprotectores tópicos y los fotoprotectores orales en relación con el FPS es un error, ya que su nivel de actuación en fotoprotección es muy diferente.

Así los fotoprotectores orales antioxidantes actúan frenando o reparando procesos oxidativos como:

La peroxidación lipídica.

La alteración de proteínas estructurales.

Los daños en el ADN, que son generados básicamente por la radicación UVA.

Otra de las líneas de actuación de este tipo de preparados es salvaguardar las defensas de la piel, realizando una acción inmunofotoprotectora sobre las células de Langerhans y sobre la doble hélice de ADN al evitar la formación de dímeros de timina, evitando el daño de las estructuras celulares.

Ayudan a neutralizar y reparar el daño ocasionado en la piel y a cubrir las deficiencias de la fotoprotección tópica.

Son especialmente indicados en pieles sensibles al sol, con facilidad para desarrollar manchas, rosácea, vitíligo, y para usuarios de medicación fotosensibilizante.

Sin embargo, no debe olvidarse en ningún momento que la fotoprotección oral es sólo un complemento a la protección tópica y que esta última es, en todo caso, imprescindible.

A continuación, se clasifican las sustancias de las que existe una mayor evidencia de su efecto fotoprotector por vía oral.

Clasificación de fotoprotectores orales

  1. Sustancias botánicas de la dieta

Carotenoides

Polifenoles del té y el vino

Flavonoides

    Extracto de Polypodium leucotomos

Chocolate.

Cafeína

  • Grasas de la dieta

Ácido eicosapentanoico.

Ácidos grasos omega: Los omega-3 se encuentran fundamentalmente en pescado azul (sardinas, salmón, atún, caballa…) además de en frutos secos como nueces y en semillas, por ejemplo, de chía.

Participan en la reparación de los daños producidos en las membranas celulares, evitan la desecación cutánea, envejecimiento prematuro, etc.

  •  Combinaciones antioxidantes

La combinación de vitaminas C y E aumenta significativamente el efecto fotoprotector respecto a cuando se administran de forma separada.

Es difícil establecer pautas muy diferenciadas por grupos de edad. No obstante, para tener una buena fotoprotección, una buena opción sería conocer las deficiencias de estos grupos de edad y actuar en consecuencia.

¿Qué os recomendamos desde la Farmacia?

Broncedores y aceleradores del bronceado vía oral:

Por su alto contenido en betacarotenos, no son recomendables en fumadores, en embarazo y en lactancia.

Si contienen tirosina, precaución en personas con melanoma maligno.

Fotoprotección y alimentación:

Hidratación: es imprescindible un buen aporte hídrico en todas las edades, especialmente en y ancianos por ser población vulnerable.

Alimentación: equilibrada, rica en frutas y verduras por su contenido en antioxidantes y agua. Alimentos ricos en betacarotenos: zanahorias, calabaza, naranja, así como otros alimentos líquidos.

Aporte de vitamina D: solo necesario en caso de deficiencia. Una exposición solar diaria de 15-20 minutos fuera del rango de máxima intensidad solar, especialmente en verano, es suficiente.

Mitos y bulos en fotoprotección

Las gafas de sol solo en verano, FALSO. Como se ha explicado anteriormente las radiaciones solares son perjudiciales y pueden afectar a todas las estructuras oculares por lo que es conveniente proteger a lo largo de todo el año.

Si está nublado no se necesitan gafas de sol, FALSO. Incluso en días nublados las radiaciones UV pueden atravesar las nubes, por lo que es necesario también protegerse del sol en estos días.

Todas las gafas oscuras protegen de los rayos UV, FALSO. La protección de las gafas de sol viene dada por la categoría del filtro, existiendo muchas gafas oscuras de baja calidad que no filtran correctamente la luz UV, produciendo una dilatación en la pupila y favoreciendo la entrada de la radiación en la retina, por otra parte pueden existir lentes trasparentes con filtros UV que protegen de las radiaciones nocivas del sol.

Las gafas rayadas no perjudican la visión, FALSO. Unas gafas rayadas pueden provocar pequeños deslumbramientos y una disminución de la agudeza visual provocando estrés visual, cansancio y afectando a la calidad de la visión.

Los niños no tienen que proteger sus ojos del sol, FALSO. Los ojos de los niños son más sensibles que los de los adultos debido no solo al mayor tamaño de la

pupila sino también a la transparencia y permeabilidad de su cristalino y a la baja pigmentaciónde la retina, pudiendo alcanzar a la retina el 90% de los UVA y el 50 % de los UVB, por lo tanto, es conveniente que estén protegidos del sol.

Las lentes polarizadas son mejores, VERDADERO. Van a producir una visión sin reflejos, con mayor nitidez y contraste; además van a disminuir la fatiga ocular y la visión de los colores va a tener un aspecto más natural.

Las gafas caras son mejores, FALSO. La calidad de las lentes viene dada por la calidad de sus filtros y la protección UV siendo independiente del precio que tengan.

Usar poca cantidad de fotoprotector disminuye su eficacia, VERDADERO. Es necesario aplicar una cantidad suficiente (2mg/cm2) para una óptima fotoprotección o disminuirá el FPS.

La radiación UVB no atraviesa los cristales, pero la IR y la UVA sí, VERDADERO.

Utilizar fotoprotectores impide ponerse moreno, FALSO. El protector solar siempre permite

el paso de radiación suficiente para producir el bronceado. Y aunque sea más tardío

también será más persistente.

Estando a la sombra no necesito protegerme del sol, FALSO. Puede recibirse por reflexión

hasta el 80 % de la radiación UV.

El sol no envejece la piel, FALSO. Basta con comparar la piel de las manos, rostro y escote con la de zonas no expuestas como los glúteos, donde no se aprecia fotoenvejecimiento o dermatoheliosis.

El uso de FTP hace que tenga un déficit de vitamina D, FALSO. A día de hoy se sabe que el uso diario de FTP no influye sobre las concentraciones séricas de vitamina D y por tanto no incrementan el riesgo de osteoporosis. Si se usara un FTP a todas horas y en toda la superficie corporal es probable que fueran deficientes; sin embargo esto no ocurre ya que se estima que entre 15- 30 minutos diarios de exposición solar (concretamente radiación UVB) en piernas y brazos descubiertos es suficiente para mantener unos niveles óptimos de vitamina D.

El protector solar dura varios veranos, FALSO. Siempre se debe consultar el PAO en el etiquetado del producto. Si una vez abierto, hemos superado este plazo, se reduce su eficacia y seguridad.

Si uso fotoprotector oral no tengo que utilizar fotoprotector tópico, FALSO. Existen evidencias que confirman que algunas vitaminas y sustancias botánicas actúan como fotoprotectores orales pero aún no se ha determinado científicamente qué cantidad es necesaria para que realmente protejan la piel del sol. Por lo tanto, el hecho de que hayan sido calificados como “fotoprotectores orales” no es razón suficiente para dejar de proteger la piel del sol con productos de uso tópico ni tampoco para dejar de lado medidas preventivas como buscar la sombra, evitar la exposición en las horas centrales del día, utilizar ropa adecuada, etc., por ello, en la actualidad se puede considerar a la fotoprotección oral como complementaria a la fotoprotección tópica y que esta última es, en todo caso, imprescindible y por lo tanto, se puede desmontar unos de los  principales mitos o bulos sobre la equiparación de la fotoprotección tópica a la fotoprotección oral.

Los fotoprotectores orales actúan frente a la carcinogénesis y el envejecimiento inducidos por la radiación ultravioleta, fundamentalmente mediante mecanismos antioxidantes, antiinflamatorios e inmunomoduladores, VERDADERO. Pero es necesario llevar a cabomás investigaciones que permitan alcanzar un consenso sobre los estándares mínimos paraconsiderar a una sustancia como fotoprotectora oral y aconsejar cuáles serían las dosisdiarias necesarias y las combinaciones ideales para cada paciente y cada patología.

El betacaroteno puede acumularse en determinadas partes del cuerpo coloreándolas, VERDADERO. El betacaroteno es una provitamina A que cuando es asimilada por el organismo,acaba transformándose en vitamina A y aportando multitud de antioxidantes.

Presente en zanahorias, calabaza, vegetales de hojas verdes como las espinacas, cuando se acumula en la sangre, produce un ligero coloreado en la piel que se aprecia principalmente en algunas partes del cuerpo donde hay una mayor acumulación de grasa subcutánea como, por ejemplo, las palmas de las manos.

Fuente: CONGRAL

By: FRL