TAPÓN DE CERA

La cera de los oídos, también llamada cerumen, es una secreción de las glándulas del conducto auditivo externo, que sirve como mecanismo de autolimpieza del oído. Además, tiene propiedades antibacterianas y ayuda a evitar infecciones como la otitis. Esta cera suele eliminarse de forma natural, desplazándose por el conducto auditivo hasta el exterior.

Sin embargo, en ocasiones el mecanismo de autolimpieza falla y la cera se acumula, originando los llamados tapones de cera, una obstrucción que puede ser parcial o total y que suele suponer una pérdida de audición, perjudicando sobre todo a personas que ya sufren hipoacusia o sordera.

Entre los factores que impiden la expulsión normal de la cera están:

  •  la presencia de abundantes pelos en el canal auditivo,
  • algunas enfermedades dermatológicas,
  • el uso de audífonos o la excesiva limpieza del oído con “bastoncillos de algodón”, que empujan el cerumen contra el tímpano y favorecen su acumulación.

Causas

El cerumen protege al oído:

  • Atrapando e impidiendo que el polvo, las bacterias y otros microorganismos, al igual que pequeños objetos, penetren y le causen daño al oído
  • Protegiendo la delicada piel del conducto auditivo para evitar que se irrite cuando le entre agua

En algunas personas, las glándulas producen más cerumen de lo que puede eliminarse fácilmente del oído. Este cerumen adicional puede endurecerse en el conducto auditivo y bloquear el oído, causando compactación. Cuando uno trata de limpiar el oído, puede más bien empujar el cerumen más hacia lo profundo y bloquear el conducto auditivo. Por este motivo, no se recomienda hurgar en el oído.

Síntomas

El síntoma más común es:

  1.  la sensación de taponamiento dentro del oído , que se modifica con la masticación y al mover el pabellón auricular.
  2. También puede ser un signo de que el conducto auditivo está taponado el hecho de tener acúfenos (un zumbido constante en los oídos)
  3. Autofonía -cuando la persona nota que escucha su propia voz al hablar.
  4. Pérdida de audición.

 Si bien, en algunas ocasiones, aunque el tapón sea grande y compacto, existe una pequeña apertura por la que pasa el sonido, y la pérdida auditiva es mínima. Es característico en las épocas de verano, con los primeros baños, que estos tapones al mojarse aumenten su tamaño y provoquen una pérdida de audición repentina. Por otra parte, los tapones que obstruyen el conducto auditivo también pueden generar sensación de mareo, picor o molestias leves en el oído, causados por la acumulación de cera.

Tratamiento

La mayoría de los casos de tapón de cerumen pueden tratarse en casa, pero si hay sospecha de perforación de tímpano o alguna operación previa, NO se debe realizar ninguna de las prácticas que le vamos a describir. Pida cita con su médico de atención primaria o con el otorrino.

El método más habitual es el lavado por irrigación.

Lo primero que debemos hacer es reblandecer previamente el tapón con algunas gotas de agua oxigenada o preparados anticerumen unos días antes de la extracción. Algunos de estos productos incluyen aceite de oliva o de almendras. La finalidad de estos agentes es lubricar el conducto auditivo para reblandecer el cerumen y permitir su disolución y extracción de forma natural.

El método consiste en utilizar una jeringa con agua para introducir abundante líquido en el oído con el fin de extraer el tapón. Recordad que  este procedimiento está contraindicado para personas que han sido intervenidas del oído o con sospecha de perforaciones en el tímpano. 

Otra forma de eliminar los tapones de cera y restablecer por completo la audición es la succión mediante un instrumento aspirativo o la extracción manual usando pinzas, que deberá realizar el personal sanitario especializado.

Otro método que puede utilizar en casa es extraer el cerumen por lavado.

  • Utilice agua a temperatura corporal (el agua más fría puede producir mareo o vértigo breve, pero muy fuerte). Caliente el agua a ebullición y deje luego enfriarla para llegar a 37ºC
  • Sostenga la cabeza erguida y enderece el conducto auditivo externo, sosteniendo la oreja y moviéndola suavemente hacia arriba.
  • Utilice una jeringa sin aguja o una pera de goma para dirigir suavemente un pequeño chorro de agua contra la pared del conducto auditivo cerca del tapón de cerumen.
  • Incline la cabeza para permitir que drene el agua. Es posible que se necesite repetir la irrigación varias veces.

Después de extraer el cerumen, seque el oído completamente. Puede usar unas cuantas gotas de alcohol en el oído o puede utilizar un secador de pelo en potencia baja para ayudar a secarlo.

No se limpie los oídos con demasiada frecuencia ni con demasiada fuerza. El cerumen también ayuda a proteger los oídos. Nunca trate de limpiar el oído introduciendo algún objeto, como un hisopo (bastoncillo), en el conducto auditivo externo.

Falsos mitos

  1.  Usar bastoncillos de algodón para limpiar el oído. Se trata de un error, puesto que el hisopo introduce la cera en el oído en lugar de sacarla, lo que provoca el efecto contrario al pretendido y aumenta el riesgo de que el tapón se endurezca y vaya a peor. Además de correr el riesgo de generar lesiones en el conducto auditivo externo o incluso lesiones en la membrana timpánica.

2. La conoterapia, es decir, recurrir a velas para limpiar los oídos, también es un error, que puede provocar quemaduras en la cara del paciente o incluso perforaciones en el tímpano y que no tiene ninguna utilidad a la hora de extraer un tapón en el oído.

Para evitar complicaciones en el canal auditivo, los otorrinolaringólogos recomiendan realizar revisiones periódicas de los oídos, ya que en ellas se pueden detectar dolencias que a veces se confunden con los síntomas de los tapones de oídos.

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