
El melasma es una hipermelanosis (exceso de pigmentación) adquirida simétrica, caracterizada por máculas hiperpigmentadas, marronáceas e irregulares, localizadas en zonas expuestas al sol, preferentemente en las mejillas, la frente, el labio superior, la nariz y la barbilla.
Es un problema relativamente común, su prevalencia varía entre 1,5% y 33,3% dependiendo de la población. Afecta más a las mujeres (90% casos), especialmente las de piel más oscura. Su prevalencia en el embarazo es de alrededor del 50-70%.
Su causa es desconocida, aunque hay múltiples factores que han sido involucrados:
- Factores genéticos: más del 40% de los pacientes tienen parientes afectados con la enfermedad.
- Embarazo (con una prevalencia de hasta el 50%), en este caso algunos autores usan el término cloasma, aunque es preferible melasma.
- Exposición intensa a los rayos UV.
- Toma de anticonceptivos orales: en ocasiones desaparece al suspender su ingesta.
- Terapia hormonal sustitutiva.
- Terapia estrogénica en cáncer de próstata.
- Disfunción tiroidea
- Cosméticos.
- Fármacos fototóxicos.
- Antiepilépticos: hasta un 10% pacientes que reciben fenitoína.
El melasma tiene un impacto significativo en la apariencia, provoca angustia psicosocial y emocional y reduce la calidad de vida de los pacientes afectados.
DIAGNÓSTICO Suele ser clínico, aunque el examen con lámpara de Wood puede tener utilidad para el diagnóstico diferencial y resalta la diferencia en la pigmentación de la piel afectada. Cuanto más intensa, más superficial es y mejor responderá a los tratamientos tópicos.

Existen 3 patrones de hiperpigmentación:
- centrofacial
- malar
- mandibular
El melasma respeta el borde orbital superior e inferior, rara vez se extiende debajo la mandíbula y carece del aspecto profundo, gris pizarra de la hiperpigmentación inducida por medicamentos o el eritema discrómico perstans (dermatosis cenicienta).
TRATAMIENTO
A pesar de ser una patología muy prevalente, no hay información de calidad suficiente para determinar el mejor tratamiento para el melasma.
Existen varios métodos de tratamiento, pero puede considerarse un problema crónico y recidivante.
Tipos de piel oscura (Fitzpatrick tipos IV a VI) son especialmente difíciles de abordar debido al mayor riesgo de hiperpigmentación postinflamatoria.

HIDROQUINONA
Es el producto más utilizado en el tratamiento del melasma. Sigue siendo el tratamiento estándar para el melasma epidérmico, aunque sus efectos son reversibles.
Se utiliza una concentración que varía entre el 2 y el 5%, aunque no parece haber diferencias clínicamente relevantes en cuanto a eficacia. Responden al tratamiento el 60-90% de los pacientes tratados.
Los efectos despigmentantes se hacen evidentes después de 5-7 semanas y suelen precederse de eritema y descamación leve. El tratamiento debe mantenerse entre 3-12 meses. El uso de un protector solar mejora su eficacia.
Las reacciones adversas dependen de la dosis y del tiempo de tratamiento. Las más frecuentes son: eritema, escozor, dermatitis, decoloración de las uñas e hipermelanosis postinflamatoria paradójica.
La “despigmentación en confeti” solo se observa con el uso de las concentraciones superiores al 2%.
TETRINOÍNA
No es tan efectiva como la hidroquinona o los tratamientos combinados y requiere un uso prolongado. Se utiliza a concentración del 0,05-0,1% y produce eritema, irritación y descamación de la zona hasta en un 88% de los pacientes, lo que limita su uso.
También puede haber hiperpigmentación postinflamatoria
Adapaleno
Es un retinoide sintético que también es utilizado en el tratamiento del melasma. La aplicación en gel al 0,1% obtiene resultados similares al ácido retinoico al 0,05%. Es menos irritante y puede ser más útil en tratamientos prolongados.

Ácido azelaico
Está disponible en forma de crema a una concentración de 15% a 20%. En algunos estudios, una concentración del 20% resultó más eficaz que hidroquinona al 2%, pero discretamente inferior a hidroquinona al 4%. Los efectos adversos del ácido azelaico son eritema, prurito y quemazón, más frecuentes que los producidos por la hidroquinona

Otros tratamientos
- Exfoliantes: ácido glicólico, puede producir hiperpigmentación adicional no deseada.
- Rucinol
- Ácido kójico (segunda línea por su importante efecto irritante
- Ácido ascórbico (altamente inestable).
Terapias lumínicas y con láser quedan reservadas para casos especiales en el ámbito especializado

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