
El TOC, «trastorno obsesivo compulsivo» es una enfermedad mental que puede afectar tanto a los pensamientos como al comportamiento. Aunque puede desarrollarse en la infancia, suele aparecer en los primeros años de la edad adulta.
Las personas con TOC experimentan pensamientos, imágenes o impulsos obsesivos e indeseados. A menudo afrontan o neutralizan estos pensamientos con comportamientos compulsivos y repetitivos. Esto puede conducir a un ciclo de pensamientos y comportamientos repetidos, incontrolados y no deseados que puedan tener un impacto significativo en su vida diaria. Por ejemplo, una persona con un miedo obsesivo a los ladrones puede comprobar repetida y excesivamente las cerraduras de puertas y ventanas.
Muchas personas sienten en algún momento pensamientos angustiosos e indeseados similares y la necesidad de realizar comportamientos repetitivos, pero esto puede durar poco tiempo y no significa que tengan un TOC. En el TOC, los pensamientos angustiosos y los comportamientos repetitivos son persistentes. Las personas con TOC seguirán luchando con sus pensamientos obsesivos, incluso si saben que las ideas que reflejan no están basadas en la realidad.
Los comportamientos compulsivos que los individuos utilizan en respuesta a sus pensamientos obsesivos pueden aliviar temporalmente la ansiedad, pero la obsesión y la ansiedad vuelven pronto, haciendo que el ciclo comience de nuevo.
¿Cuáles son los principales tipos de TOC?
El TOC es una enfermedad única, pero las personas pueden experimentarlo de diferentes maneras. La mayoría de las personas con TOC tienden a sentir tanto pensamientos obsesivos como compulsiones, pero es posible que solo experimenten uno de estos síntomas. Además, los tipos de pensamientos obsesivos y comportamientos compulsivos variarán entre los individuos; por ejemplo, algunas personas pueden centrarse en la limpieza mientras que otras pueden desarrollar el acaparamiento de cosas como síntoma.
PREVALENCIA
Las tasas mundiales de TOC se han estimado en un 1,5 % para las mujeres y un 1 % para los hombres. Los hombres se ven más afectados en la infancia, aunque las mujeres tienen una prevalencia ligeramente mayor en la edad adulta. Esta enfermedad afecta a personas de todos los géneros, etnias y niveles socioeconómicos.
SÍNTOMAS

El TOC puede hacer que las personas experimenten pensamientos repetidos no deseados y angustiosos, conocidos como obsesiones. También pueden sentir el impulso de realizar ciertos comportamientos repetitivos para responder a esos pensamientos y neutralizarlos; esto se conoce como compulsiones. Los síntomas más comunes son:
Obsesiones
- Miedo a los gérmenes o a contaminarse de alguna manera por otras personas o por el entorno
- Pensamientos intrusivos recurrentes
- Pensamientos indeseados y perturbadores relacionados con el sexo o la violencia
- Miedo a autolesionarse o a dañar a otros, ya sea a propósito o por accidente
- Necesidad de simetría, precisión y orden
- Miedo a soltar obscenidades
- Miedo a perder algo importante
Aunque algunos pensamientos obsesivos pueden ser aterradores para las personas con TOC, tener estos pensamientos no significa en absoluto que se hagan realidad.
Compulsiones
- Limpieza excesiva, por ejemplo, en el hogar
- Higiene personal excesiva – por ejemplo, lavarse las manos o ducharse repetidamente
- Comprobación repetida de cerraduras e interruptores
- Ordenar y disponer los artículos de forma precisa
- Necesidad de seguir contando hasta el mismo número
- Acaparamiento de cosas
- Pedir con frecuencia que le den seguridad o la aprobación de otra persona
No todas las compulsiones tienen un vínculo obvio o lógico con el pensamiento obsesivo que se utiliza para neutralizar; sin embargo, la realización de la conducta puede proporcionar al individuo cierto alivio de ese pensamiento.
Algunos individuos con TOC pueden tener también un trastorno de tics. Pueden ser movimientos repetitivos y repentinos, como parpadear, hacer muecas o sacudir la cabeza o los hombros, o vocalizaciones como carraspeos, olfateos o gruñidos repetitivos.
FASES DEL TOC
Los síntomas del TOC pueden aparecer y desaparecer y pueden reducirse o empeorar con el tiempo. Los tratamientos ayudarán a la mayoría de las personas que padecen la enfermedad a controlar sus síntomas y a reducir el impacto en su vida cotidiana.
Los padres o los profesores suelen reconocer los síntomas del TOC en los niños, mientras que muchos adultos buscan apoyo cuando se dan cuenta de que sus pensamientos y comportamientos obsesivos no se basan en la realidad y están afectando a su calidad de vida.
En los casos más graves, la repetición constante de rituales puede durar todo el día, haciendo imposible una rutina normal.

¿Cuáles son los primeros signos del TOC?
Las personas con TOC suelen mostrar primero síntomas leves de obsesiones y compulsiones, que pueden empeorar con el tiempo. Los primeros signos pueden incluir comportamientos repetitivos y hacer las cosas de una misma manera siempre, problemas en las relaciones y acaparamiento de cosas.
A menudo, los padres o los profesores son los primeros en notar los primeros signos en los niños, que son similares a los de los adultos y pueden incluir la obsesión por los gérmenes, la búsqueda de seguridad o la comprobación constante de las cosas, y la preocupación de que pueda ocurrir algo.
Causas, factores de riesgo y esperanza de vida
Se desconocen las causas exactas del TOC; sin embargo, se cree que los factores de riesgo incluyen la genética, la composición del cerebro y el entorno en general.
CAUSAS
Existen varias causas posibles del TOC. Las personas pueden desarrollarlo como resultado de sus genes; las personas que tienen padres o hermanos con TOC tienen un mayor riesgo de desarrollarlo ellos mismos.
También podría haber una conexión entre los síntomas del TOC y las anormalidades en determinadas áreas del cerebro, pero esa conexión no está clara, y la investigación continúa. Algunas personas con TOC tienen áreas de actividad inusualmente alta en su cerebro, o niveles bajos de la sustancia química serotonina.
El TOC puede ser más común en personas que han sufrido acoso, abusos o negligencia, y puede ser desencadenado por un acontecimiento vital importante, como ser padre o sufrir un duelo. También puede ser más probable que se desarrolle en personas muy metódicas con altos niveles de exigencia personal, o en aquellas que son generalmente ansiosas y que tienen un sentido muy fuerte de responsabilidad por sí mismas y por los demás.
En algunos casos, los niños pueden desarrollar síntomas de TOC tras una infección por bacterias estreptocócicas, lo que se conoce como «trastorno neuropsiquiátrico pediátrico autoinmune asociado a infecciones estreptocócicas» (PANDAS por sus siglas en inglés). El PANDAS se produce de forma muy repentina, con síntomas que aparecen aparentemente de la noche a la mañana, y tiene un impacto muy grave en la vida del niño.
¿Quién padece TOC?
Es probable que los genes desempeñen un papel en el desarrollo del TOC, lo que significa que es hereditario. Sin embargo, las causas del TOC no están claras, y otros factores, como las experiencias vitales, también pueden estar implicados.
El TOC puede afectar a hombres, mujeres y niños. Algunas personas empiezan a tener síntomas a una edad temprana -a menudo en torno a la pubertad-, pero la enfermedad suele comenzar durante los primeros años de la vida adulta.
A veces, las mujeres pueden desarrollar el TOC durante el embarazo o después del nacimiento del bebé. En este caso, las obsesiones suelen estar relacionadas con la preocupación por dañar al bebé, con compulsiones como comprobar repetidamente que el bebé respira.
El TOC no es una amenaza para la vida. Su impacto puede variar con el tiempo, ya que la gravedad de los síntomas varía.
Los pensamientos obsesivos y los comportamientos compulsivos pueden reducirse o aumentar de forma natural en diferentes momentos. Los tratamientos y los mecanismos de afrontamiento pueden ayudar a las personas afectadas por TOC a controlar los efectos de los síntomas y mejorar la calidad de vida en general a largo plazo.
DIAGNÓSTICO
La mayoría de las personas son diagnosticadas alrededor de los 19 años, y la aparición de los síntomas suele ser más temprana en los chicos que en las chicas. Sin embargo, también puede aparecer después de los 35 años.
El TOC debe ser diagnosticado por un profesional de la salud mental con experiencia. Por lo general, hablará con el paciente sobre sus obsesiones y compulsiones, la frecuencia con la que se producen y el impacto que están teniendo en las actividades cotidianas de esa persona y en su calidad y disfrute de la vida en general.
En general, para el diagnóstico, los síntomas deben estar presentes durante una hora o más cada día y deben tener un impacto duradero en la vida y las actividades del paciente.
Se pueden utilizar escalas de evaluación para medir la gravedad del TOC. La Escala Obsesiva Compulsiva Global del Instituto Nacional de Salud Mental de los Estados Unidos (NIMH-GOCS por sus siglas en inglés) puede utilizarse para evaluar la gravedad general del TOC en una escala de 1 (síntomas mínimos) a 15 (muy grave), mientras que la escala obsesiva compulsiva de Yale-Brown se utiliza para medir la gravedad de los síntomas del TOC, sin que influya el tipo de obsesiones o compulsiones presentes. Los médicos utilizan esta escala para calificar los síntomas desde inexistentes hasta extremos, con subtotales separados para la gravedad de las obsesiones y compulsiones.
Los profesionales de la salud también tendrán que descartar cualquier otra posible enfermedad de salud mental que pueda estar causando los síntomas, y considerar cualquier otra enfermedad que el paciente pueda tener (por ejemplo, depresión, ansiedad o un trastorno alimentario) para que se ofrezca el tratamiento adecuado.
TRATAMIENTO
El TOC suele tratarse con terapia psicológica, medicación o una combinación de ambas. Aunque la mayoría de los pacientes con TOC responden al tratamiento, algunos seguirán teniendo síntomas.
A veces, las personas con TOC también padecen otros trastornos mentales, como ansiedad, depresión o trastorno dismórfico corporal. Hay que tenerlos en cuenta a la hora de discutir los posibles tratamientos.
Para el TOC relativamente leve, normalmente se recomienda una terapia corta. Las personas con síntomas moderados pueden necesitar una terapia de mayor duración y posiblemente medicación, y la mayoría responderá al tratamiento. Las personas con un TOC más grave suelen recibir tanto terapia como medicación, y algunas pueden ser derivadas a un especialista en salud mental.
- Fármacos:
- La medicación utilizada para tratar el TOC suele ser en forma de medicamentos antidepresivos conocidos como inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS)
En algunos pacientes, el tratamiento puede tardar varias semanas en surtir efecto, pero en otras personas los efectos se notan mucho más rápidamente.
Las personas que toman un ISRS solo deben dejar de hacerlo con el apoyo de su médico, ya que algunas personas pueden sentir efectos secundarios si lo dejan repentinamente. - Algunas personas pueden considerar que los ISRS no son eficaces en absoluto, en cuyo caso pueden recetarse en su lugar antidepresivos tricíclicos (ATC) específicos, que también inhiben la recaptación de serotonina.
- Terapia e intervención
La terapia para el TOC suele consistir en un tipo de terapia cognitivo conductual (TCC) que incluye la exposición y la prevención de la respuesta (EPR).
Durante las sesiones, se anima al paciente a enfrentarse a sus miedos y pensamientos obsesivos sin seguir sus conductas compulsivas neutralizadoras habituales. Esto se conoce como prevención de la respuesta. Ayuda al paciente a enfrentarse a sus pensamientos y obsesiones de manera que se reduzca la ansiedad que siente en respuesta a ellos, y aprende que sus miedos no están arraigados en la realidad.
También puede haber técnicas de neuro modulación, en las que se utiliza un estímulo químico o eléctrico para alterar la actividad nerviosa. Estas técnicas incluyen: la estimulación transcraneal de corriente directa (ETCD), en la que se aplica una débil corriente eléctrica al cuero cabelludo; la estimulación magnética transcraneal repetitiva (EMTR), una técnica no invasiva que utiliza corrientes eléctricas para modular la actividad neuronal; y la estimulación cerebral profunda (ECP), que consiste en implantar quirúrgicamente un electrodo para activar los circuitos neuronales. Hasta ahora, las técnicas de neuromodulación se han utilizado principalmente en el campo de la investigación,
- Dieta
Las personas con TOC deben seguir una dieta normal, sana y equilibrada, y asegurarse de que comen con regularidad para que sus niveles de azúcar en sangre no bajen, ya que esto puede provocar un estado de ánimo bajo. Los alimentos saludables que hay que incluir en la dieta son los frutos secos y las semillas, las proteínas como los huevos, las judías y la carne, y los hidratos de carbono complejos como los cereales integrales, las verduras y la fruta. La cafeína debe ser limitada.
- Ejercicio
Mantener un estilo de vida saludable puede ayudar a las personas que viven con TOC. El ejercicio es beneficioso para la salud física y mental en general, y a menudo se recomienda como uno de los principales tratamientos para la depresión leve. El ejercicio regular ayuda a aumentar la autoestima y a promover un estado de ánimo positivo.
La ansiedad causada por el TOC también puede reducirse mediante técnicas de relajación como la meditación, el yoga y los masajes.
Prevención
Aunque el TOC no puede prevenirse, sus síntomas pueden reducirse mediante terapia y medicación. La identificación y el tratamiento tempranos también pueden evitar que el TOC leve se convierta en una forma más grave.
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By FRL
